Extreme Makeover Home Edition, por Infinito (8-VI-2013)


Mucho se puede decir acerca del programa estadounidense que barrió con todos los otros programas de renovación de hogares. Empezó realizando reparaciones muy radicales de una casa con algún problema constructivo para rápidamente en su primera temporada encontrarse con daños tan severos que decidían tirarla abajo y construir una nueva por completo desde sus cimientos en solo siete días. Incluso sinconsiderar los plazos (y si se cree o no en que sean reales) los resultados siempre fueron impresionantes y dignos de ver: ejércitos de obreros y vecinos trabajando 24 horas, edificaciones de varios pisos de lujosa decoración y equipamiento de última tecnología. Lamentablemente, en algún momento alguien decidió que esto no era suficiente espectáculo en sí mismo y la selección de las familias socorridas fue transformando el programa en un culebrón. En este episodio, por ejemplo, eligen una con una hija de doce años con cáncer que vive en una casa con moho en su paredes y que con una amiga se dedican a juntar dinero para la lucha contra la enfermedad. Así, la edición fue dejando cada vez menos espacio para mostrar las tareas realizadas y dedicando cada vez más tiempo a ídolos locales del deporte y el espectáculo que muestran su lado sensible y a los primeros planos de todos los participantes derramando ríos de lágrimas de emoción. Más allá de la nobleza de las causas defendidas (y de que uno no puede dejar de preguntarse cual es la influencia o utilidad real que estos shows tienen en ellas), la potente idea inicial de una verdadera transformación extrema se transformó en un mero trasfondo para otra cosa que oscila peligrosamente entre un despliegue de solidaridad y buenas intenciones, la mera sensiblería y, muchas veces, en una plataforma para dos siempre eficientes recursos televisivos: la hipocresía y los golpes bajos.

Calificación: Hay que verlo alguna vez.

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